Comencé el verano en mi ciudad natal, junto a mis seres queridos y disfrutando de su río. Paso hermosos momentos con mi familia pero, también, me gusta contemplar el río en soledad, desde la orilla y conectarme con él de otra manera.

Particularmente, el estar sola allí me permite observar más en detalle las cosas, pensar, descubrir y es cuando todos mis sentidos están más despiertos de lo habitual. Pero también, compartir momentos con mi familia y relacionarme con la gente facilita encontrarme en otras formas distintas y, por supuesto, enriquecedoras para mi vida.

Una vez sentada en la orilla del río, recordé lo lindo que es meterse al agua y sentir que el sauce llorón me acaricie los hombros con sus ramas. Traté de recordar la sensación extraña de las plantas acuáticas cuando se enroscan entre mis tobillos y dedos. Hundir mis pies nuevamente en el barro y a la vez tratar de flotar en el agua. También recordé la figura de mi hermana, sumergirse en el agua para abrazarla con el cuerpo y emerger con una sonrisa, con destellos de sol en la cara.

Simplemente me dejo sorprender, me animo a ver lo que me pasa y así vienen las imágenes a mi cabeza. Es decir, cuando hice esta ilustración, fluyeron todo tipo de pensamientos y muchos recuerdos. Me dije a mí misma... qué lindo sería dibujar algo de lo que estoy sintiendo ahora, en este bello lugar. Entonces me dejé llevar, lo busqué y lo imaginé.

Mientras dibujaba, se acercaron a la orilla algunas "carpas", que son peces de agua dulce. Te dejo el registro de ellos para que te empapes de este maravilloso momento:

Así, poco a poco, trazo a trazo, me involucré con la escena y el paisaje que tanto imaginé y surgió este dibujo:

La ilustración la realicé con acuarela, precisamente combinando la técnica húmeda y la técnica seca. La técnica húmeda logró que los colores se fusionen entre sí y, la técnica seca, acentuó los detalles y las sombras. La primera técnica (húmeda) se realiza humedeciendo con agua el papel antes de pintar y, la segunda técnica (seca), se realiza con el papel seco. La realicé con veladura de color, es decir, mediante capas o superposición de color y variando su transparencia.

La armonía de color que elegí fue de colores complementarios: rojo y verde. Y, en pequeñas proporciones, apliqué azul cobalto, ocre y violeta. Decidí usar este esquema cromático porque me recuerdan al paisaje del río Colorado. Para lograr los colores oscuros no usé negro, sino todo lo contrario, la mezcla del color.

Estos pares de colores complementarios (en mi caso rojo y verde) ocupan lugares opuestos en el círculo cromático, 180 grados. El término "complementario" significa que cada uno de los colores no contiene nada de su compañero, por lo tanto, son opuestos absolutos. Al emparejarlos se crean contrastes, cada uno hace destacar al otro.

No siempre trabajo en el mismo lugar, porque mi manera de ser no logra adaptarse a un solo espacio. Hay días que prefiero trabajar al aire libre, en un tablero, en un caballete, en el suelo, o simplemente en una mesa. Pero sí llevo conmigo los pigmentos, los pinceles, el papel y el agua. Este último elemento es esencial porque sin él, la acuarela no existe. Y un dato más, también me gusta pintar a la mañana temprano y aprovechar la luz natural del día.

Ahora sí, sin dar tantas vueltas, te mostraré el paso a paso de la ilustración mediante un breve video. En el mismo podrás observar: el boceto, la pintura en capas, los colores, el escaneado en dos partes porque la ilustración es en A3, la selección del estampado para el vestido y la digitalización.

💘 Luego dale click a la imagen o video de abajo para ver la ilustración final. ¿Qué te parece?

Si te gustaría saber más de esta ilustración o, si querés hacer una pregunta, podes dejarme tu comentario así puedo leerte y ayudarte. Por supuesto que además, me gustaría saber desde dónde me escribís y todo lo que desees contarme con el corazón.

¡Gracias por leerme y comentar!

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Fani Brzozowski